Socióloga Elvia Elena Villafranca

A través del comportamiento, expresiones, gestos y manera de conducirse del o de la estudiante, se refleja el funcionamiento de la familia de dónde proviene. De allí, que la mejor estrategia de prevención de la trata de niños, niñas y adolescentes, es una familia donde se inculquen valores para la convivencia
social, en medio de un agradable ambiente de armonía y respeto mutuo, sin gritos  y descalificativos, generándose una verdadera comunicación asertiva, donde padres, madres, hijos e hijas manifiesten ¿cómo le fue?, por ejemplo en la escuela, ¿cómo se sienten?, qué ayuda necesita y así el o la joven no será una
persona vulnerable ante las redes de trata, que atienda y escuche propuestas engañosas, pues tiene una familia que lo/la quiere, lo/la valora.

Es necesario conocer cuáles y cómo son los amigos/as de hijos e hijas, dónde viven, saber sus números telefónicos, incluso tener amistad con la familia, no se
trata de invadir su privacidad, es importante conocer las amistades, el ámbito en que se desenvuelven, porque las redes buscan jóvenes de familias disfuncionales, que son vulnerables, estando expuestos/as a creer en personas que se les acerquen y con ofertas / propuestas engañosas los hacen caer.

Respecto al ámbito específico que nos atañe como es la Escuela, y el rol fundamental que cada Docente tiene en la prevención de la trata de niños, niñas y
adolescentes, promoviendo la comunicación entre Docentes, padres, madres, representantes, comunidad educativa.

La familia debe tener presente que la responsabilidad principal en la formación de las hijas e hijos es de ellos/as, es decir de los padres, las madres. Asistir a las reuniones, verificar la situación real del o de la joven en la escuela, apoyarlos en las tareas (no hacérselas), enseñarles asumir su responsabilidad, creando una agradable rutina diaria de trabajo escolar, en donde también tengan momentos de risas, de compartir en familia.

Ya para finalizar los y las Docentes deben observar el comportamiento de sus estudiantes, al detectar cualquier cambio en los mismos, debe llamar la atención, la ausencia a la escuela, las constantes llegadas tarde a clases, no tener amigos/amigas, la tristeza permanente, llanto fácil. Debe ser objeto de atención de sus Docentes. También un NNA que maneje o tenga acceso a mucho dinero, al usar equipos de alto costo, dormirse en clases, no poder sentarse bien en el pupitre, estar demacrado/a, son señales de alerta que deben ser atendidas oportunamente.

Ciertamente la vida de los y las Docentes es complicada, ya que normalmente trabajan en varias instituciones para hacerse un sueldo más o menos adecuado.
Son muchas las reuniones a las que deben asistir. Pero allí, está la vocación de servicio, del amor por la profesión, al ser capaz de ver, observar y detectar
oportunamente situaciones de riesgos a las que están expuestos los niños, niñas y adolescentes.

Una vez detectada la situación, el Docente NO debe callar, debe denunciar ante el Sistema de Protección Integral, conforme a lo previsto en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA).

La PREVENCIÓN es tarea de TODAS LAS PERSONAS.