Las proyecciones para este año 2022 indican un incremento en migrantes y personas con necesidad de protección internacional provenientes de Venezuela, llegando a alcanzar la cifra de unos 8.9 millones de personas aproximadamente, ¿Por qué? En este sentido, como bien lo señala, la investigadora Norma Ferrer “la corrupción (específicamente la gran corrupción) puede ser una causa de movilidad humana, ya que impacta directamente sobre la calidad de vida de las personas, erosionando todo el sistema democrático del Estado, debilitando el estado de derecho, creando un nexo entre corrupción y violaciones de derechos humanos, robando el futuro a las personas al destruir el sistema económico, educativo y de salud, generando con esto la migración forzada de millones de personas y la necesidad de protección internacional en muchas otras”.
Es así, como la corrupción es catalizadora de la movilidad humana forzada, masiva, insegura, no planificada, impactando y afectando diferenciadamente a las niñas, adolescentes y mujeres, quienes al verse forzadas a migrar, están más expuestas a las diferentes formas de violencias basadas en género, tan aberrantes como la trata de personas, explotación sexual comercial, sexo por supervivencia, entre otras.
Por ello, es necesario que tracemos #LaMejorRuta para la migración segura, ordenada, responsable, planificada e informada, previniendo los riesgos que pueden encontrarse en la ruta migratoria, pero al mismo tiempo exigiendo a las autoridades de los Estados de origen, tránsito y destino las medidas necesarias y efectivas para la erradicación de las formas contemporáneas de esclavitud, como lo es la trata de personas en sus distintas modalidades de explotación.
#MigrarConApoyo
#NoMásTrata
#LibresDeViolencias